Estoy segura de que
2014 va a traer maravillosos cambios a mi vida y para empezar quiero retomar la sana costumbre de ir publicando regularmente en este blog. Desde que puse la última entrada he hecho muchísimas más cositas y, por supuesto, he aprendido
técnicas nuevas con las que pasar tardes enredando. Hoy, sin ir más lejos, os voy a enseñar mi primer trabajo con
trapillo.
Cuando supe de esta técnica me interesé mucho, ya que básicamente es hacer
croché para gigantes. En ocasiones he visitado
Hazlo en
Badajoz y he estado tentada de llevarme una bobina de trapillo, pero ya conocéis de mi obsesión por
reciclar, así que saqueé el armario de mi chico y le robé todas esas
camisetas de publicidad grises y blancas que se ponía para dormir y que ya parecían papel de fumar (trapillo reciclado y herir de muerte el armario de
El otro Samu no lo podía haber planeado mejor).

Normalmente me gusta empezar por proyectos que me supongan un reto, pero casualmente
nos acabábamos de mudar de piso y en esta ocasión había sitio suficiente en el descansillo como para situar un
felpudo.

Fui haciendo tiras las camisetas (¡Qué gustito!) y atándolas con cuidado para que no se notaran demasiado. una vez terminado seguí un patrón ovalado y fui tomando de referencia el felpudo de la vecina (no, ese no... el de la puerta). Cuando alcanzó el tamaño deseado lo planté frente a nuestra puerta a la espera de
visitas y
miradas curiosas de la vecindad.
Ya estoy buscando nuevos proyectos para elaborar con trapillo bajo la mirada recelosa de Samu (ji ji ji).
No hay comentarios:
Publicar un comentario